Declaración Universal de Educación Equilibrada e Inclusiva (DUEEI)

Organización de Cooperación del Sur (OCS)
Educación equilibrada e inclusiva
El concepto de Educación Equilibrada e Inclusiva se basa en la necesidad de abordar las causas históricas y estructurales de las desigualdades y desequilibrios en nuestras sociedades a través de una educación adaptada a los contextos socioculturales y a las aspiraciones de las comunidades. En consecuencia, la OCS tiene el mandato de “contribuir a la transformación social equitativa, justa y próspera de las sociedades mediante la promoción de una educación equilibrada e inclusiva, con el fin de lograr los derechos fundamentales a la libertad, la justicia, la dignidad, la sostenibilidad, la cohesión social y la seguridad material e inmaterial para los pueblos del mundo”.
(Artículo I.1 de la Carta Constitutiva de la OCS www.osc-ocs.org).

¿Por qué la Declaración Universal de Educación Equilibrada e Inclusiva?
La educación equilibrada e inclusiva es un enfoque de la calidad educativa y la inclusión que responde a las dimensiones culturales, éticas y sociales del proceso de aprendizaje, haciendo que la educación sea satisfactoria para el individuo e intrínsecamente relevante para la sociedad. Al abrir las instituciones de aprendizaje a sus comunidades, fortalece la cohesión social, forja la equidad, la justicia y la armonía. Los educandos, bajo la guía de los docentes-facilitadores, se convierten en co-creadores de su educación, preparándolos para el mundo, la empleabilidad y la adaptabilidad profesional.
Responde a las necesidades de los individuos y las comunidades, así como a las aspiraciones, necesidades, prioridades, realidades y desafíos internacionales, nacionales y locales, anticipando el desarrollo sostenible humano, social y económico. En consecuencia, comprometerse con una educación equilibrada e inclusiva es proporcionar a los sistemas educativos los medios para estar al servicio de las prioridades y aspiraciones nacionales de desarrollo, así como para ser más eficientes y capaces de proporcionar una educación de calidad para todos, desmantelando la dinámica de la exclusión y evitando la reproducción de la desigualdad. Como tal, es necesario articular no sólo un lenguaje común que permita a las partes interesadas compartir sus experiencias, sino también un marco conceptual y técnico que permita a las colaboraciones abordar activamente los desafíos y objetivos compartidos.
La Declaración Universal de Educación Equilibrada e Inclusiva, se estructura en torno a 15 artículos, cada uno de los cuales incluye un párrafo que afirma un conjunto de derechos, responsabilidades y requisitos educativos, seguido de dos compromisos concretos.
Estos 15 artículos se agrupan en 5 secciones, que se correlacionan con los 4 pilares de la Educación Equilibrada e Inclusiva tal como se elabora en la Guía Global de Ética, Principios, Políticas y Prácticas en la Educación Equilibrada e Inclusiva (ERF, 2018):

Intraculturalismo
Intraculturalismo

Transdisciplinariedad
Transdisciplinariedad

Dialecticismo
Dialecticismo

Contextualidad
Contextualidad
